Santillana del Mar y Altamira

Se dice que es el pueblo de las tres mentiras, ni es santa, ni es llana ni tiene mar. Enclavado en la costa occidental de Cantabria se encuentran dos de los más preciados tesoros culturales de Cantabria, Santillana del Mar y la Cueva de Altamira.

Su legado histórico unido al enclave natural, hacen del municipio de Santillana del Mar, uno de los más bellos y ricos culturalmente de Cantabria ya que alberga la cueva de Altamira, considerada la "Capilla Sixtina del arte cuaternario", esta cueva contiene probablemente las pinturas prehistóricas más famosas del mundo, y un casco histórico bien conservado en el que destaca la Colegiata de Santa Juliana el edificio más representativo de Santillana del Mar y la joya más importante del románico en Cantabria.
Reliquia de Lignum Crucis, alojada en una cruz gótica de plata del siglo XV, fue una donación del abad de Santo Toribio al abad de la Colegiata en 1425 para que los peregrinos que iban hacia Santiago y paraban en Santillana para adorar las reliquias de Santa Juliana, pudiesen adorar también el Lignum Crucis, sin necesidad de desplazarse a Santo Toribio por el Camino Lebaniego.

En Santillana del Mar, la arquitectura es un buen ejemplo de las épocas medieval, renacentista y barroca. En pocos metros podrá contemplar gran número de edificios emblemáticos y representativos de estos periodos.

No te puedes perder la Neocueva y Museo de Altamira, descubrirás la réplica de un yacimiento arqueológico con más de 30000 años de historia. La Cueva de Altamira, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879, está ubicada en el recinto del Museo de Altamira y fué declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Actualmente la cueva de Altamira está cerrada a las visitas públicas, y la mejor manera de conocer Altamira es visitar su Museo, un lugar dedicado a Altamira como lugar excepcional de arte rupestre y lugar habitado durante la Prehistoria.